Una vez que se haya logrado el estadio de la concentración, haciéndolo sin esfuerzo con los ojos cerrados, el siguiente paso puede ser contemplar una luz, la luz de una vela e ir paulatinamente cerrando los ojos, en postura de sentado con piernas cruzadas, la columna erguida y la cabeza sigue la línea de la columna vertebral.

A medida que uno logre concentrarse en la luz de la vela cerrando los ojos, se puede llevar la atención a la respiración. Y hacer de ella que sea consiente. El ser consiente es que la atención este en el aire que ingresa y egresa por las fosas nasales y que la conciencia este en la respiración y no en la mente.

La mente es inquieta, y nos dispersa continuamente llevándonos y abstrayéndonos del presente con continuos pensamientos. Los observamos, somos testigo de esos pensamientos, pero; no nos involucramos. Para no hacerlo llevamos la atención al aire que entra y sale por la nariz y podemos permanecer en el presente.

Al principio toda la atención tenemos que llevarla allí, y con voluntad lograr que la mente se vaya entrenando para que cuando cerramos los ojos , la misma mente reconoce ese estado en el que vamos a ingresar, y los momentos de meditación al principio son momentos escasos , de no pensamiento. Donde la mente se calma y se va aquietando. Y, lo percibimos cuando la conciencia comienza a dirigirse a la respiración y va soltando la mente.

Es un  trabajo constante que luego se ve el resultado en las posturas e ingresamos en meditación estando estables, y cómodos en las mismas. Entrando en un estado meditativo cuando las hacemos.

La meditación se puede iniciar con la luz de una vela, podemos estar sentados si nos es difícil estar en el piso, asimismo podemos poner la atención consiente en lo que nos rodea y observar, de manera contemplativa el entorno. También es una manera de ingresar en el estado meditativo donde previo hay concentración que facilita la contemplación.

También podemos poner la atención en el abdomen, y sentir como se expande con las inhalaciones y como se contrae, solo la atención.

Eso es ya hacer la respiración consiente.

Si hacemos la respiración consiente, vamos a permanecer en el presente. Y disfrutamos de este momento. Del aquí y ahora. Y cuando la mente se distrae amorosamente la volvemos a traer al momento presente a través de la atención en la respiración, nasal o abdominal. Y simplemente nos observamos con los ojos cerrados.

Los ojos cerrados invitan a la introspección y facilitan el estado meditativo.

Asimismo se puede meditar con la mente en un mantra, y se repite mentalmente ese mantra, puede ser el OM. O SO HAM (Yo soy ello) Preferentemente mantras semilla. El om lo podemos repetir mentalmente si la mente se distrae mucho con la respiración. Y de esa manera colocamos la atención en ese mantra que es un sonido sagrado y primordial.

La meditación es un estadio que se logra y que nos permite relajar la mente, se calma, se aquieta, y nos aborda una gran alegría y felicidad. Cualidades del ser por cierto las tres.

Es estar en contacto con nuestra esencia, con nuestro ser. Y nuestras cualidades divinas.

“Dios es solo visto cuando la mente está tranquila, cuando los mares mentales están agitados por los pensamientos de los deseos, no pueden reflejar a Dios“ Sri Ramakrishna.

Yoga es el camino de la eterna libertad de toda atadura, y hasta un pequeño progreso, pequeño que sea, nos libera del miedo (Bhagavad Gita)

La meditación es un estadio que se logra y que nos permite relajar la mente, se calma, se aquieta, y nos aborda una gran alegría y felicidad. Cualidades del ser por cierto las tres.